4. Reflexión personal de los motivos extrínsecos e intrínsecos que me llevaron a cursar esta carrera.
En primer lugar decir que esta reflexión se me hace muy difícil, ya que desde siempre, mis intereses y vocación se ha encaminado hacia estas tareas. Así, es algo que tengo dentro, y no sabría exponer motivos claros que me lleven a ello.
Aún así, y por que llegue a ser entendible, citaré factores que a mi parecer han podido influir.
El más importante, aunque nunca decisorio, es la educación recibida, una educación siempre enfocada a los demás, con valores como la solidaridad, ayuda al prójimo, implicación con los más desfavorecidos, y esto desde la familia y centros escolares como el colegio salesiano de Córdoba, donde he participado en oratorios y talleres de verano con chavales de zonas afectadas. Ellos me abrieron la mente.
Quizá sí, o quizá no, el vivir siempre al lado de la prisión provincial de Córdoba, me ha llamado la atención, y aunque nada que ver con lo que siento y quiero ser, mi deseo y curiosidad de niña, me llevó a ella.
De manera intrínseca creo que me siento realizada trabajando con gente, mano a mano, me encanta el contacto directo, enfrentarme a nuevos retos. Y esta profesión responde a ello. Quizá haya muchas otras que también, pero es esta la que me gusta, la que pienso que en un futuro me hará ser feliz trabajando, y me levantaré pensando: “quiero ir a trabajar”.
A mi parecer todo el mundo llega un momento que el trabajo se le hace cuesta arriba, y yo digo, cuanto más si desde el comienzo éste no te gusta, así que sin más motivo que mis ganas y motivación, escogí este camino.
Me gustaría apuntar que antes de escoger esta carrera conjunta realicé los estudios de Magisterio de audición y lenguaje, me apasionaron. Y fue durante las prácticas realizadas, el primer año como profesora en la prisión y el segundo en un colegio específico de educación especial donde descubrí las funciones de los educadores y trabajadores sociales, su gran labor. Así, una vez acabada la diplomatura decidí seguir formándome en estas profesiones, y aquí estoy ahora, en Sevilla, intentando conseguir mi sueño, absorbiendo todo cuanto pasa a mi alrededor, con mil motivaciones y muy contenta de haber elegido el camino correcto, o que al menos, creo me hará feliz.
En primer lugar decir que esta reflexión se me hace muy difícil, ya que desde siempre, mis intereses y vocación se ha encaminado hacia estas tareas. Así, es algo que tengo dentro, y no sabría exponer motivos claros que me lleven a ello.
Aún así, y por que llegue a ser entendible, citaré factores que a mi parecer han podido influir.
El más importante, aunque nunca decisorio, es la educación recibida, una educación siempre enfocada a los demás, con valores como la solidaridad, ayuda al prójimo, implicación con los más desfavorecidos, y esto desde la familia y centros escolares como el colegio salesiano de Córdoba, donde he participado en oratorios y talleres de verano con chavales de zonas afectadas. Ellos me abrieron la mente.
Quizá sí, o quizá no, el vivir siempre al lado de la prisión provincial de Córdoba, me ha llamado la atención, y aunque nada que ver con lo que siento y quiero ser, mi deseo y curiosidad de niña, me llevó a ella.
De manera intrínseca creo que me siento realizada trabajando con gente, mano a mano, me encanta el contacto directo, enfrentarme a nuevos retos. Y esta profesión responde a ello. Quizá haya muchas otras que también, pero es esta la que me gusta, la que pienso que en un futuro me hará ser feliz trabajando, y me levantaré pensando: “quiero ir a trabajar”.
A mi parecer todo el mundo llega un momento que el trabajo se le hace cuesta arriba, y yo digo, cuanto más si desde el comienzo éste no te gusta, así que sin más motivo que mis ganas y motivación, escogí este camino.
Me gustaría apuntar que antes de escoger esta carrera conjunta realicé los estudios de Magisterio de audición y lenguaje, me apasionaron. Y fue durante las prácticas realizadas, el primer año como profesora en la prisión y el segundo en un colegio específico de educación especial donde descubrí las funciones de los educadores y trabajadores sociales, su gran labor. Así, una vez acabada la diplomatura decidí seguir formándome en estas profesiones, y aquí estoy ahora, en Sevilla, intentando conseguir mi sueño, absorbiendo todo cuanto pasa a mi alrededor, con mil motivaciones y muy contenta de haber elegido el camino correcto, o que al menos, creo me hará feliz.
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